domingo, 2 de mayo de 2010

Didáctica, una disciplina en busca de su identidad

Guía de lectura sobre el texto de Magda Becker Soares.

¿Cuál es el objeto de la didáctica?: ¿El proceso de Enseñanza – Aprendizaje? ¿Dónde se dá ese proceso?, ¿En el aula?.
Entonces la didáctica debería ser la ciencia que estudiase el aula, tal como ella realmente es y lo que en ella transcurre. (Esta es la propuesta de Magda).

Las disciplinas pueden sufrir una crisis de identidad, es lo que está ocurriendo con la didáctica desde comienzos de los 80. Es ahora sometida a revisión, en cuanto a contenido y objeto de estudio.
¿Cómo no cuestionar una disciplina que, pretendiendo preparar para esa práctica ideológica y contextualizada, consiste en un contenido exclusivamente instrumental, normativo y pretendidamente neutro?
Negar el cuerpo normativo, es negar la disciplina, pues en la historia de la didáctica, ésta se organiza como un cuerpo de doctrina, de prescripciones.
Recuérdese que Comenio inaugura la disciplina como un “artificio universal para enseñar todo a todos”. La didáctica no ha sido otra cosa que un conjunto de normas, recursos y procedimientos que deben (¿deberían?) informar y orientar la actuación de los profesores.
En contrapartida, un área de conocimiento se constituye, en general, a través de una conquista progresiva. Incluida, inicialmente, en un conjunto mayor, el área va teniendo definidos sus contornos a medida que desarrolla sus investigaciones, que conducen a especificar su objeto y metodología, que termina por conferirle autonomía e independencia.
Ejemplo: la psicología, teoría que se constituyó a partir de la investigación y reflexión sobre la practica y que a su ves, es fruto de la interacción teoría – practica. Surgen principios y normas de orientación de acción clínica, acción promotora de aprendizaje, etc.

¿Cómo se constituyó la didáctica?
La didáctica, al contrario de otras áreas de conocimiento, se definió después de su inicio, como un conjunto de principios y normas de orientación de una práctica, o sea: comenzó por donde las otras áreas terminaron. “Se constituyó como una disciplina prescriptiva, normativa, que se fundamenta en modelos teóricos preestablecidos, no constituidos a partir de la investigación y el analisis de la práctica a la cual pretende describir, no es una técnica fruto de una ciencia.”

¿Cuál es el objeto de estudio de la Didáctica?
Parece no haber duda sobre que ese objeto es el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pero... ¿Es o debe ser realmente ese?
Cuestionar primero la manera de presentar ese objeto en forma de binomio. Lo que hace suponer que de la enseñanza necesariamente resulta el aprendizaje, lo que no es verdad, y que delimita erróneamente el objeto de la didáctica. Este análisis crítico, reconoce que la enseñanza es un fenómeno independiente del aprendizaje, con características propias, con una especificidad que lo toma legitimo como objeto de estudio y de investigación. Así, el objeto de estudio de la Didáctica será, tal vez, mas la enseñanza que el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Además, sería posible desvincular el proceso de enseñanza-aprendizaje de un determinado contenido?, es decir ¿Un proceso de enseñanza-aprendizaje independiente de aquello que se enseña y que se aprende? ¿habrá normas, principios, leyes en el proceso de enseñanza-aprendizaje que puedan pasar por encima del contenido que se enseña y que se aprende?
¿Sería posible abstraer de procesos específicos de la literatura ciertas normas y principios con suficiente consistencia, en cantidad y en calidad, para constituir el objeto de estudio de la Didáctica “General” que también sirva al proceso de enseñanza-aprendizaje de la matemática, la química o la historia? Esos procesos se relacionan con el área de conocimiento. Será por eso que la Didáctica siempre va en busca de conocimientos y resultados de investigación de otras ciencias que, a decir verdad, estudian otros fenómenos o estudian apenas determinadas facetas de un fenómeno que ella debería aprehender en su totalidad.
La única investigación especifica de la Didáctica, es la que procura intervenir el proceso de enseñanza-aprendizaje para verificar cómo prescribir mejor normas y procedimientos, siempre con carácter prescriptivo y normativo.
Esto ocurre por que la didáctica se ha atribuido un objeto muy amplio y restricto al mismo tiempo. Amplio por que uno de sus polos es el aprendizaje (exactamente el que mas le ha interesado, y es objeto de la Psicología). Restricto por que reduce el fenómeno que ocurre en situaciones de educación formal y sistematizada (específicamente didáctico) a apenas uno de sus aspectos, el proceso de enseñar-aprender.
Este fenómeno específicamente didáctico es EL AULA, bastante restricto y delimitado para poder constituirse en objeto de una ciencia, y bastante amplio para no dejar escapar ningún elemento que componen las situaciones de la educación formal.
Así la didáctica podría y debería ser la ciencia que estudiase no el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino el aula, tal como ella es y lo que en ella transcurre.

¿Y qué ocurre en el Aula?
Existe una línea de investigación que se viene desarrollando a partir de los 70´s, y cuyo objeto es precisamente el aula, en su esencia, esto es que se busca analizar y describir el aula como un fenómeno que presenta ciertas peculiaridades, independientemente de la diversidad de contextos en lo que se da y de la diversidad de contenidos que en ellos se desarrollen. Es una línea de reflexión que está descubriendo aquellas normas, principios, características trascendentes del proceso de enseñanza-aprendizaje de contenidos específicos. Son investigaciones que vienen desarrollando otras áreas (sociología, psicología, etc) con respecto al aula vista como un espacio donde se desenvuelve un proceso de interacción en el que, lo menos importante parece ser el proceso de enseñanza-aprendizaje de determinado contenido, en el que los elementos fundamentales no son el planificar, o fijar objetivos, o seleccionar o aplicar metodología, o evaluar, sino otros que frecuentemente hacen sumergir a los primeros y que, en verdad, condicionan, dirigen, determinan la enseñanza y el aprendizaje de un contenido cualquiera que el sea.
Tanto el contenido instrumental, normativo de la Didáctica tradicional, como la critica que se viene haciendo a ese contenido, parten de una visión bastante superficial de aquello que ocurre en el aula. Como si en ella no hubiera mas que un profesor que enseña (obedeciendo planes y objetivos, desarrollando procedimientos, aplicando técnicas y evaluando) y por otro lado, un alumno que aprende. Concepto de profesor que sirvió históricamente a los intereses de la hegemonía burguesa y la critica, tampoco parece salir de esa visión: denuncia esos intereses, desmitificando la pretendida neutralidad, acusando a la didáctica de ser instrumento de control social, pero en verdad no intenta reformularla.
Recientemente se esta buscando adaptar la conquista de una perdida y nuevamente deseada “competencia técnica”, y otra vez se incurre en la visión superficial de que esa nueva competencia se adquirirá por la revalorización de la didáctica. Eso puede representar “apenas una vuelta a un nuevo y disfrazado tecnicismo pedagógico”.
En fin, en el área de la didáctica se nos ofrecen “recetas o denuncias”. Las dos alternativas que se presentan al profesor de didáctica, en los últimos años, o mas recientemente algunas propuestas de regulación que renuevan las prescripciones en respuesta a las denuncias.
Solamente a partir de la descripción de la práctica pedagógica podremos intentar elaborar una nueva Didáctica.
Una descripción que identifique:
• Cómo realmente se da la interacción simbólica profesor alumno en el aula, que revele la influencia, sobre esa interacción, de la opción educacional en la escuela en la que ella se da, de su historia, hasta su localización y la arquitectura del aula.
• Que evidencie la actuación de los profesores y de los alumnos, los conceptos y las percepciones que cada uno de esos dos polos del proceso tiene sobre la naturaleza del saber o del poder.
• Que identifique las formas de control que el profesor ejerce sobre el conocimiento y sobre el alumno, y revele en esas formas la presencia concreta del control social en el aula.
• Que aprehenda la construcción social que de el aula hace el profesor y los alumnos, que capte la construcción social que el profesor hace del alumno y que el alumno hace del profesor.
• Que evidencie la presencia de la estereotipia.
• Que revele el uso que el profesor hace de la privacidad y de la autonomía de que goza en el aula, y la forma en que enfrenta las urgencias en las decisiones que tienen que ser tomadas en el aquí y ahora.
Todos esos elementos ocurren en el aula, y son ellos los que condicionan, dirigen, y determinan la enseñanza y el aprendizaje de los contenidos.
Las Didácticas Especiales, pueden y deben tener como objeto de estudio el proceso de enseñanza-aprendizaje de determinado contenido. Ellas pueden y deben tener carácter normativo y prescriptivo, les cabe identificar la mejor manera de enseñar y aprender determinado contenido, de acuerdo con su naturaleza, su estructura, los procesos cognitivos en ellos predominantes.